Cuando estrenaron Matrix en 1999, nuestros ojos contemplaron uno de los mundos virtuales más grandes imaginados. Pues bien, esta ciencia ficción no está tan lejos como creemos. En el filme, Zero One o 01 es la ciudad de las máquinas de inteligencia artificial que controlan a la humanidad; y esta recreación extrapolada a nuestra realidad sectorial, bien podría tratarse de un CPD con tecnología VDI desde el que se controlan los puestos de trabajo virtualizados.
Thomas Anderson (Keanu Reeves), de día es un programador informático y por las noches, un hacker que utiliza el alias de Neo. Lleva toda su vida intuyendo que hay algo más, que hay algo que falla, y estas dudas se ven confirmadas cuando recibe un mensaje en su ordenador con el texto: Matrix te posee.
Efectivamente, al igual que en Matrix, si se trabaja con un equipo cliente basado en servidor, el control está en manos del CIO, que a través de las tecnologías de virtualización del escritorio es posible abstraer o retirar la dependencia del sistema operativo y aplicaciones del hardware a través de la red.
Esta enajenación ofrece una serie de ventajas, bastante apetecibles para las organizaciones, como la capacidad de proporcionar y gestionar centralmente el desktop de todos los empleados, lo que a su vez reduce notablemente los costes de licenciamiento del software y facilita la actualización de las aplicaciones.
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